Antes los partidos políticos forjaban candidatos, ahora los que quieren ser candidatos echan mano de los partidos para aparecer en la boleta electoral y hacerse de espacios púbicos.
El asunto es que, las cosas no quedan allí, porque el trabajo de los candidatos que hacen ganar a los partidos, sirve de manera colateral para que otros, también lleguen.
En casi todos los estados del país, se cuentan por decenas los primeros casos, es decir aquellos en los cuales quienes quieren ser candidatos se apoderan de los membretes y porque le entienden a la política o cuentan con equipos que saben hacer campañas y lograr que los electores volteen a verlos y hagan compromiso para votar.
El asunto es de observación simple, ni siquiera científica o algo por el estilo, y debe de entenderse a la política como una guerra por los cargos públicos en la que todo se vale y todos juegan y cuentan.
Ante un esquema como este, en el que, los partidos ya forman a sus candidatos, más bien que quienes quieren un cargo público se acercan a los partidos para lograr la nominación, los ciudadanos que con su voto son quienes deciden, mínimo deberían de pensarlo dos veces, para que haya buenos legisladores, alcaldes y gobernadores, además, de presidente o presidenta de la República.
Como la Ley permite este tipo de acciones, las autoridades electorales que se encargan de la organización de las elecciones, no pueden influir en asuntos como estos, ellos revisarán que los procedimientos para la selección de los candidatos se hagan en los partidos conforme al método registrado.
Llegado el momento registrarán las candidaturas para que hagan campañas, promuevan el voto y logren la participación de los ciudadanos en las urnas.
Ahora bien, si es un escenario en el que todo se vale, quizá aquello que más importe será la concurrencia a las urnas el elemento que justifique el cambio de forma para lograr la inscripción en las boletas electorales que serán entregadas en las casillas el dos de junio en que se lleva a cabo la elección concurrente de Tamaulipas.
Si ya no son los partidos quienes logran que la gente participe en las elecciones, que sean los candidatos será un logro no esperado de los procesos electorales, pero, válido, pero, sin dejar de lado que los partidos políticos tienen que replantearse ante la ciudadanía, para que dejen de ser solo membretes, por carecer de estructura social y directiva.
Los otros
El Rector de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, Dámaso Anaya Alvarado, estuvo en la zona sur de la entidad, para continuar con su recorrido por las Unidades Académicas y Facultades a fin de dialogar con directivos, docentes y alumnos, en su afán por delinear acciones que lleven más rápido a la consecución de objetivos académicos y a partir de ellos, la UAT pueda convertirse en una de las mejores Universidades del país.
El Rector estuvo en la Facultad de Leyes de Tampico, en donde hizo el compromiso de mejorar los programas educativos de la Universidad, para contribuir a la transformación de Tamaulipas y, con la Directora de la Institución, Mtra Elda Ruth de los Reyes Villarreal, recorrió las áreas de la Facultad y dedicó todo el tiempo del mundo para enterarse del funcionamiento y conocer los planteamientos de los universitarios.
La seguridad de que el tampiqueño, José Braña Mojica, quien es diputado local, por uno de los distritos de Ciudad Victoria, apareciera en la boleta electoral del dos de junio venidero era total, porque traía juego de tres bandas, la candidatura para la alcaldía, que no se le hizo, la reelección como diputado local que dejó y la candidatura para la Diputación Federal, que sí aceptó y que se supone estará más fácil, porque el contador Oscar Almaraz Smer no se reelegirá como Diputado Federal de Victoria, en virtud de que aceptó la candidatura a la alcaldía capitalina, en la cual ya despachó y por la que contenderá contra el también empresario Eduardo Gattás Báez, quien al parecer ya tiene la autorización de su partido para la reelección.
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