Estados Unidos, 10 de enero 2024.- Estados Unidos se enfrenta a su primera tormenta invernal del año, desatando fuertes vientos, tornados y nevadas que han afectado especialmente al centro y sureste del país, dejando un saldo de al menos tres personas fallecidas y cortes de electricidad que afectan a unas 300,000 personas.
En el condado de Clayton, Georgia, una persona perdió la vida cuando un árbol cayó sobre el parabrisas de su vehículo. Además, tornados devastadores se cobraron dos vidas en comunidades de viviendas prefabricadas, una en el condado de Catawba, Carolina del Norte, y otra en el condado de Houston, Alabama.
La tormenta ha tenido un impacto significativo en Florida, donde al mediodía, 92,935 personas se quedaron sin electricidad. Otros estados afectados por cortes de luz significativos incluyen Carolina del Norte (63,853), Georgia (62,497), Pensilvania (47,967) y Alabama (32,389), según datos de PowerOutage.
Las principales amenazas de la tormenta incluyen fuertes ráfagas de viento, granizo y tornados, manteniendo en alerta a áreas del norte de Florida, el sureste de Georgia y gran parte de Carolina del Norte. El Servicio Nacional de Meteorología ya ha reportado múltiples tornados en Florida, con importantes daños en localidades como Panama City Beach y Bay County, donde se han registrado derrumbes de viviendas y cierre de carreteras.
En paralelo, fuertes nevadas cubrieron áreas desde el norte de Texas hasta los Grandes Lagos, poniendo a 18 millones de personas bajo alerta por nieve. Más de 40 millones de personas en Estados Unidos se encuentran en alerta grave por la tormenta, según el Centro de Predicción de Tormentas, y la mitad de la población está en alerta por fuertes ráfagas de viento, una situación que ha sido calificada como “particularmente peligrosa” por las autoridades meteorológicas.
El riesgo de inundación también se presenta en zonas con fuertes lluvias, desde Florida hasta el sur de Maine, y se advierte sobre la posibilidad de inundaciones en áreas urbanas importantes como Washington D.C., Nueva York y Boston. Los expertos instan a la población a evitar salir a la calle, especialmente en ciudades costeras, ante la amenaza de fuertes vientos que podrían superar los 100 kilómetros por hora.
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