Estados Unidos, 30 de enero 2024.- El recorte de financiación a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), liderado por varios países, entre ellos Estados Unidos, ha sumido en la incertidumbre a decenas de miles de personas que dependen de la asistencia de esta agencia. La medida no solo afecta a los territorios ocupados, sino que también impacta en países de Oriente Medio, especialmente en Jordania.
El recorte de fondos se originó a raíz de acusaciones de Israel contra una docena de trabajadores de la UNRWA, a quienes señalan de participar en un ataque del grupo islamista Hamás. Países como Estados Unidos, Canadá, Reino Unido e Italia han anunciado la congelación de su contribución económica a la agencia de la ONU, generando preocupación entre los refugiados palestinos.
Uno de los beneficiarios de los servicios de la UNRWA en Jordania, Abu Omar, expresó su inquietud ante la posibilidad de que se corte la ayuda, comparándolo con la situación de los refugiados sirios. Hay cerca de 2,5 millones de refugiados palestinos en Jordania, y la decisión de congelar la financiación genera temores sobre la continuidad de servicios esenciales.
La UNRWA, que brinda apoyo a unos 5,6 millones de refugiados palestinos en diversos países de la región, trabaja para cubrir necesidades básicas, incluyendo educación y salud. El recorte de financiación no solo violaría derechos humanos, sino que también podría afectar garantías aseguradas por la ley internacional para estas personas.
El ministro de Asuntos Exteriores jordano, Ayman Safadi, y el comisionado general de la UNRWA, Philippe Lazzarini, han alertado que, de no reanudarse la financiación, la agencia no podrá continuar con sus servicios y operaciones después de finales de febrero. Esto impactaría directamente en la capacidad de la UNRWA para proporcionar servicios humanitarios en la Franja de Gaza, afectando a la población palestina.
Expertos señalan que las acusaciones contra trabajadores de la UNRWA podrían ser una reacción de Israel a la reciente decisión de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), que pidió a Israel evitar un genocidio en Gaza. Aunque Israel ha demonizado a la UNRWA, reducir la ayuda y transferir tareas a la administración palestina, la comunidad internacional se enfrenta al desafío de garantizar servicios esenciales para los refugiados palestinos.
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