Matamoros, 31 de diciembre.- Matamoros, una ciudad fronteriza con Brownsville, Texas, se reportó el cruce de migrantes venezolanos y haitianos por el Río Bravo. Tras las redadas del Instituto Nacional de Migración (INM), estas familias optaron por cruzar el río utilizando colchones y albercas inflables. Su objetivo era entregarse a la Patrulla Fronteriza estadounidense y solicitar asilo.
Este grupo, que incluye más de 50 personas, se enfrentó a un muro de púas custodiado por la Guardia Nacional de Texas y la Patrulla Fronteriza. A pesar de las advertencias de deportación por parte de las autoridades de EE.UU., decidieron avanzar. En los últimos diez días, se reportaron cuatro fallecimientos en el área.
Al llegar al margen del río del lado de Brownsville, muchos, incluyendo niños y bebés, se encontraron varados. Estas familias, incapaces de conseguir citas inmediatas para su proceso de asilo, enfrentaron la deportación o largas esperas.
El cruce masivo ocurrió después de la intervención del INM y la Secretaría de Marina en el campamento migratorio, lo que generó miedo entre los migrantes. Muchos fueron trasladados a Reynosa para su posible retorno a sus países.
En un acto de solidaridad, voluntarios del Equipo Brownsville, un grupo humanitario, prepararon 4,600 sándwiches para apoyar a los migrantes recién llegados. Esta organización y otras han observado un incremento notable en el número de migrantes que llegan a la ciudad diariamente, reflejando una situación humanitaria compleja en la frontera.







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