De repente cuando salgo de viaje, “veo demasiados conductores de automóviles,
que van muy serios”, tal vez en el caso de los caballeros, piensen en las deudas
económicas y por el lado de las mujeres, puede ser que traigan pendientes de
trabajo, “vaya hasta los niños de esos coches parecen perturbados”.
El asunto es que ya nos acostumbramos a mirar tanta gente seria en el mundo, por
ejemplo los varones que abordan un sistema de metro (transporte), solamente
alcanzan a “leer un libro motivacional para matar el tiempo” y las féminas cuando
salen a trotar en los parques locales, portan sus audífonos un tanto desconectadas.
Para variar los jóvenes andan tan concentrados con las películas de “Netflix y
Paramount Pictures”, que no permiten que los molesten y por si fuera poco los niños
sueñan con los avances de la Película “Merlina” y otras caricaturas nuevas del
repertorio de Disney +, “que de plano, no pelan a los mayores”.
En esta época altamente consumista y de elevado poder adquisitivo, se encuentran
negocios de comida rápida, cada 50 metros de distancia y los tradicionales
restaurantes de postín (cada 100 metros) que ofrecen verdaderos manjares, para
los paladares más exigentes y que es imposible visitar por su alta demanda.
Aunque resulte increíble y de risa loca, tratemos de entrar a un comedero de cierta
franquicia y vemos al dueño del negocio “taciturno”, al gerente distraído por el
Facebook, a los meseros con “cara de fuchi” y amén de decir que ese lugar, es un
recinto lleno de gente seria, que no saluda, que ni siquiera da las gracias al salir.
En la “Selección Nacional de Serios”, pueden incluir a los burócratas que están
absortos, porque les quitaron la “compe”; a quienes se les miran tristes, puesto que
su mujer ya no los quiere; a los meditabundos seguidores de los “Tigres” de San
Nicolás, debido a que perdió su equipo y sin faltar a los Candidatos Inalterados.
¿Pero qué hacer con tanto serio? Hay una frase que viene en internet que afirma,
“sabías que las personas que siempre están serias, con cara de enojadas y que
dicen muchas groserías, son las que más tienen amabilidad, las que tienen más
lealtad con sus amigos y las más puras del corazón”.
Como anécdota, les cuento que durante el verano del año 2015, acudí a un
“Programa de Liderazgo”, de una importante empresa de capacitación en
Monterrey, Nuevo León, en donde conocí al Coach Gerardo Mora, originario de
Morelia, Michoacán y a quien le tocó impartir el “Curso Avanzado”.
Gerardo tiene fama, “de que es muy duro (estricto), en su forma de entrenamiento”,
tal vez se mete tanto en su cassette de instructor, que las personas nos sentimos
aludidas con su trato fuerte y claro que dicho con respeto, la mayoría no acepta
recomendaciones profesionales de cualquier extraño, como puede ser su caso”.
Este instructor tiene años trabajando para ese consorcio del noreste de México y lo
más curioso que en los intermedios de clases, siempre está rodeado de personas
“como “si fuera un panal de abejas” y casualmente esos hombres y mujeres que lo
adoran, son sus ex-alumnos del programa, que reconocen con gusto sus aportes.
Y siguiendo con los reservados, que se dan por racimos, enumeramos a los que se
esconden de los cobradores y a los que se blindan con tanta seriedad. A mí en lo
personal me “caen bien gordo” los serios y lo malo para la gente alegre, que se junta
con personas muy circunspectas, es que terminan siendo igual de “mamilas”.
Un texto de un blog de Neurociencias de la web, refiere acerca de las características de
un carácter serio y que son: “1-. Las personas serias también tenemos emociones;
2-. No es cierto que por ser serio tengas que ser insensible”. Dichos individuos que
tienden a ser introvertidos, en el fondo de su alma son “gente buena y noble”.
Del mismo modo que “3-. Ser serio me proporciona una herramienta, ante la
vulnerabilidad; 4-. No estoy molesto ni me encuentro mal, es mi expresión natural;
5-. No me río, pero también me hace sonreír por dentro; 6-. Ser serio tiene su lado
negativo y su lado positivo” (lamenteesmaravillosa).
La próxima vez que vean a una “persona seria”, no lo evadan, mejor salúdenlo con
afecto, motívenlo con sus maneras, invítenle un café, compartan los sagrados
alimentos y sí puede le regalan un tomo relacionado con la sonrisa, con la alegría,
con los sentimientos del corazón y con el agradecimiento a Dios y al universo.
Facebook/olimpobaezcedillo Twitter: @guiadelbien
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