Otis en Acapulco
Rodolfo González San Miguel
Para entender la situación en Acapulco veamos la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) de INEGI. Los trabajadores allí laboraban en condiciones generales de informalidad, precariedad y bajo salario. Recuperar el sustento de las familias de Acapulco para no profundizar las crisis económica y social, debe ser prioridad del Estado y la sociedad.
Al final del segundo trimestre 2023, INEGI estimó que la fuerza de trabajo era de 313 mil personas, de las que 308 mil estaban ocupadas (98%) Del total, 204 mil, (66%) laboraban para un patrón. 77 mil, (25%), lo hacían por cuenta propia. 14 mil eran empleadores (5%)
En actividades turísticas y en servicios: 82 de cada 100 estaban en el sector terciario (253 mil personas), de ellas, 66 mil en el comercio (22%), 57 mil en restaurantes y hoteles (19%), 17 mil en transporte (5%), 27 mil en servicios profesionales, financieros y corporativos (9%), 29 mil en servicios sociales (9%), 42 mil en servicios diversos (14%) y 14 mil en el gobierno (5%)
El sector primario (agricultura y ganadería), era inexistente: 1,350 personas (1%) En el sector
secundario, (actividad industrial y de transformación), trabajaban 51 mil personas (17%), de las que la mayoría, 28 mil (9%), lo hacía en la construcción. Era empleo generado por micro y pequeñas empresas.
Sólo 8 mil trabajadores (3%) eran por grandes establecimientos y 19 mil (6%) por empresas medianas. Quizá la minoría (9%) trabajaba en negocios asegurados frente a la catástrofe y con acceso al crédito. 152 mil trabajadores (49%) laboraban en micronegocios y de éstos, 87 mil (29%) su trabajo era ambulantaje.
Los trabajadores de Acapulco ganaban en promedio: 238 mil (77%) percibían dos salarios mínimos o menos al día. Sólo 1,600 personas (1%) ganaba 5 salarios mínimos o más, ingreso superior a $30 mil. Casi todos vivían al día, sin capacidad de ahorro. Sin empleo, sin ahorros: las familias de Acapulco están en una situación crítica, desesperada.
Otro ángulo es la alta informalidad. De los 308 mil ocupados, 120 mil eran formales (39%), 188 mil laboraban (61%) sin contrato y prestaciones. 46% de los trabajadores se encontraba en condiciones críticas de ocupación antes el censo de población 2020, en Acapulco había 224 mil viviendas, ahora dañadas o de Otis.
De acuerdo con destruidas. Su reconstrucción con técnicas y materiales adecuados en territorio de huracanes no se soluciona con láminas.
Poner de pie a Acapulco y municipios afectados, su economía, requiere recursos, planes, acciones; la mano del Estado destinando presupuesto bajo estrategia, lo que ni siquiera se ha anunciado.
Ello exige que el gobierno deje de minimizar la tragedia, deje de actuar como agencia de propaganda electoral y establezca un programa de empleo temporal para miles de acapulqueños que por años estarán sin empleo.
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