RELATO 1.-Va mi aventura y a la Comisión Federal de Electricidad le
asiste el derecho de réplica.
La relación entre la CFE y sus usuarios nunca ha sido ejemplar.
Es más, es complicada porque las equivocaciones, el burocratismo y la
voracidad de la empresa de fama mundial, no tiene límite.
Entre ellos y yo había cierto respeto, pero ahora con la cancelación de
la llamada efectiva Tarjeta Inteligente todo rodó por el suelo, porque
ahora para hacer el cambio para que regrese el viejo recibo se quiere
aplicar un cobro no esperado.
Y cómo no, si la tarjeta dejó de operar en mayo del 2023, sin embargo
hasta esta fecha la CFE se niega a entregar ese recibo de cobro de
consumo, si el usuario no paga cerca de 600 pesos.
Esto no se había informado por parte de esta empresa de Manuel
Bartlett Diaz, quien desde su arribo ya no sabe donde ocultarse para
evitar las pedradas.
Como todo mortal, he acudido más de seis veces a las instalaciones de
la CFE en Ciudad Victoria, Tamaulipas allá por rumbo a Tamatán y
nada, porque el recibo no está elaborado.
En un principio se me informó que el recibo llegaría gratuito a mi
domicilio pero nada, sigo pagando con la artística tarjeta que opera
desde el 2014.
Hacer una enorme fila es lo de menos pero produce coraje, sobre todo
cuando la respuesta es la misma o sea nada de nada.
Y más ira produce también que se vuelva a pagar el mes de consumo
con la tarjeta inteligente, cuando el mutilado y borroso recibo que
entrega en cajero contiene errores garrafales.
Por ejemplo, la falta de dos números en el Código Postal del domicilio,
el que por supuesto es rechazado por Hacienda para cualquier trámite.
Aquí la respuesta en la CFE y en el número 071 es la misma. Nada de
nada.
Y dicen que vienen nuevos beneficios para los usuarios de lugares
cálidos.
A ellos les vale, pero a uno no, porque lo que menos desea son
problemas con el SAT.
Que la CFE se ponga ya las pilas.
Porque se está entrando ya.
En Cólera.
RELATO 2.-Bueno sería que el convenio de colaboración de la
Universidad Autónoma de Tamaulipas con la Cruz Roja sirva de
ejemplo para algunas instituciones que se resisten a darle validez al
respeto que merece el personal que se dedica a la labor humanitaria de
inyectarle vida al paciente en turno.
La UAT y esa institución patriota y benéfica unen las manos para
apoyar a los universitarios que buscan crecer en el área médica y eso es
excelente, porque se convierte como en una tabla que flota en el mar y
que puede ser la salvación.
Los universitarios buscan hacer un buen servicio social y otras cosas
más en la Cruz Roja, lo que alimenta la palabra confianza en estos
momentos en que la convulsión de todo tipo en México, es una
barbaridad.
Y es que en el sector salud se vive de todo y los detalles a fondo me los
reservo, para otra ocasión.
Lo mejor es que los universitarios tamaulipecos ya empiezan a
visualizar una luz al final del túnel.
No un camino repleto de abrojos que los lastiman con caprichos
infantiles, ideas vanas y el hostigamiento de todo tipo clásicos en un
terreno que tiene que ver con la salud.
Bien por el rector, Guillermo Mendoza Cavazos por este positivo paso,
Que ojalá que otros alcancen exactamente a valorar.
Porque aquí y en otro lado.
La palabra SALUD, es primero.
Correo electrónico: tecnico.lobo1@gmail.com
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