TAMPICO, Tamaulipas, 24 de Ag. de 2020.- Trabajadoras de la cafetería Elite, ubicada en la zona peatonal del centro de esta ciudad, protestaron la mañana de este lunes afuera de lo que fue su centro laboral pues
acusan al dueño Carlos Arcelus Pérez y la gerente Elena Pozos Medellín de mandarlos de
manera temporal a sus casas sin sueldo desde hace cinco meses y de no pagar conforme a la
ley a empleadas que ya están en proceso de jubilación por lo que dijeron que ya
demandaron ante la instancia laboral pero exigen a sus superiores que les paguen lo que por
ley les corresponde.
Portando pancartas donde exigen justicia laboral, las empleadas con diferente antigüedad
laboral externaron su sentir en torno al problema por el que están atravesando.
Lidia Castillo, quien tiene seis años de antigüedad, dice que ella nunca ha tenido
prestaciones como IMSS, Infonavit, Afore pues la empresa no las paga.
Refiere que desde abril les dijeron a las más de 40 trabajadoras que ya no se presentaran a
trabajar a causa de la pandemia pero no les dan sueldo.
“Nos tienen sin sueldo desde hace cinco meses, no dan la cara, nada más dos empleadas no
han dejado de trabajar desde abril y lo poco que venden se quedan con eso no nos han dado
ni un peso y hay gente que allí trabajaba que no tiene ni para comer, otras están enfermas,
algunas no quieren demandar porque han sido amenazadas con que si ponen demanda
laboral no les van a dar nada y ellas prefieren solo esperar su jubilación pero ni eso les van
a dar”, aseveró la trabajadora.
En total son 47 las afectadas mismas a las que ni el dueño ni la gente les quieren responder
y ellas han tenido que recurrir a la misma clientela que es la que les apoya con préstamos o
para comer pero consideran que no es justo pues ellas dicen que tienen derecho a que la
empresa para la que trabajan les paguen.
Por su parte, Cenobia Gómez quien dice tiene apenas un año y medio trabajando en la
cafetería Elite, hizo un llamado directo al dueño Carlos Arcelus para que les dé la cara y le
reclamó de manera pública a la gerente que siendo una integrante rotaria de un club social
ande haciendo caridad en otros lados y a sus trabajadoras no les pague.
“Es una vergüenza señora Elena Pozos, es una vergüenza que usted se dice rotaria, esté
haciendo obras de caridad y deje sola a la gente que tanto año ha trabajado para usted, que
de donde usted ha sacado para sus cirugías plásticas, para su camioneta nueva, ropa y bolsa
de marca etc, ahora no responda. Es una vergüenza y a nosotros que dijo éramos su familia
nos haya abandonado en plena contingencia, eso no se hace Elena Pozos, señor Carlos
Arcelus salga y dé la cara, somos sus empleados de hace muchos años hay varias
empleadas con antigüedades de diez años para arriba, hay gente trabajando que se ha ido
injustamente una de 32 años a quien no han liquidado, la trajeron dándole abonos y la
humillaban haciéndola esperar afuera por más de una hora para salir y decirle que no había
dinero, ella está enferma por eso no pudo venir a la protesta”, detalló otra manifestante.
Lidia Castillo reiteró que ese abuso no se puede quedar así, que es un negocio con muchas
irregularidades, por lo que pide a las autoridades que investiguen e intervengan a favor de
ellas.
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