Cd. de México, 24 de abril 2020.- El distanciamiento social es la principal estrategia para evitar que el virus siga propagándose.
Como su nombre lo indica, exige que las personas aumenten el espacio entre ellas y eviten las reuniones y las multitudes. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) dicen que las personas deben mantenerse a una distancia de 1.5 metros de los demás cuando sea posible. ¿Será que aplicamos correctamente el aislamiento?
El objetivo del distanciamiento social es reducir el número básico de reproducción, conocido como la «Nada».
La nada representa el número promedio de personas que pueden ser infectadas por una persona, y puede aumentar y disminuir dependiendo de la tasa de propagación.
El desafío al que nos enfrentamos en este momento es que ha habido mucha discusión en los medios en los últimos días sobre el equilibrio entre matar gente o matar la economía, y esa es la forma incorrecta de verlo.
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¿Para quién es importante el distanciamiento social?
Para todos y en especial para aquellas personas con mayor riesgo de complicaciones de salud:
Adultos mayores, personas que tienen afecciones médicas crónicas graves, como enfermedades cardíacas, diabetes y enfermedades pulmonares.
Aunque el riesgo de enfermedad grave puede ser diferente para todos, cualquiera puede contraer y propagar COVID-19.
En concreto, el distanciamiento social ayuda a limitar el contacto con personas infectadas y superficies contaminadas.
Todos tenemos un papel que desempeñar para frenar la propagación y protegernos a nosotros mismos, familia y a la comunidad.
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