Santiago de Querétaro, Querétaro, México.- Construida por los franciscanos a mediados del siglo XVII en lo más alto de la loma del Sangremal, sitio en que se consumó la conquista de esta ciudad el 25 de julio de 1531.
En el altar mayor se exhibe la réplica labrada en cantera de la Santa Cruz que los indígenas observaron en el firmament, al ser vencidos por los españoles durante la batalla en este lugar, según cuenta la leyenda de la conquista de Querétaro.
Originalmente, este templo fue una pequeña capilla a la Santa Cruz y a mediados del siglo XVII se erigieron la iglesia y el convento.
La portada del templo es de sobrio estilo clasicista con un gran pórtico dispuesto a manera de vestíbulo sobre el que se alza un remate con frontón triangular. También se pueden observar los hermosos retablos de cantera rosa que oscilan entre el estilo barroco y el neoclásico.
Una serie de acontecimientos marcan la historia de este lugar; comenzando por la fundación del Primer Colegio de Propaganda Fide en América, uno de los colegios para evangelizadores más importantes del Continente , el 15 de agosto de 1683, a cargo de fray Antonio Lináez.
Uno de los egresados de este colegio fue Fray Junípero Serra, quien encabezó las caravanas evangelizadoras y se dedicó a estudiar las condiciones de vida de los pames para aliviar la miseria y el abandono en que vivían.
A partir de este sitio, fundo 21 misiones, que se conservan en su mayoría, y que cubren desde Querétaro hasta la Alta California.
Una leyenda muy peculiar dice que “una de tantas veces que llegó a este Convento cansado de sus fatigas misioneras el evangelizador Fray Margil de Jesús, clavó su bastón en uno de los huertos, retoñando de él un árbol raro”. Este árbol tiene una peculiaridad que no se ha encontrado en ningún otro, da espinas en forma de cruz y con pequeñas espinas que forman los clavos de Jesús.
Cuando iniciaba el movimiento de Independencia, el convento fue prisión del corregidor de Querétaro, don Miguel Domínguez, y unos años después fue tomado por Iturbide para poder dominar Querétaro desde la colina. El tiempo pasó y llegaron los franceses y una de las celdas sirvió de prisión al Archiduque Fernándo Maximilano de Habsburgo en 1876. Más tarde fué el cuartel del ejército Estadounidense durante la firma del tratado Guadalupe Hidalgo.
El convento de la Santa Cruz es uno de los edificios queretanos que más historia ha visto pasar por sus corredores.
Fuente: http://www.de-paseo.com/queretaro/item/la-santa-cruz/











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