Templo Expiatorio del Santísimo Sacramento

Guadalajara, Jalisco, México.- Un edificio arquitectónico único en Guadalajara es el templo del Santísimo Sacramento, mejor conocido como el Expiatorio. Segundo en importancia después de la Catedral de Guadalajara.

Este templo, notable en su estilo, es considerado la máxima expresión del neogótico en México.

Su historia se remonta a 1897 cuando un grupo de fieles católicos encabezados por el entonces Arzobispo Pedro Loza, organizaron un concurso para decidir quién sería la persona encargada de construir esta iglesia. El elegido fue el italiano Adamo Boari que en ese entonces se encontraba en México, traído por el presidente Porfirio Díaz para realizar obras tan importantes como el Palacio de las Bellas Artes en la actual Ciudad de México.

En Agosto de 1897 comienza la construcción, pero es interrumpida en 1911 debido a la Revolución Mexicana que paralizo al país. Años más tarde, el 6 de enero de 1927 es retomada por el Arquitecto Ignacio Díaz Morales y terminada hasta 1972.

Al más puro estilo de las grandes obras europeas, el expiatorio tiene un diseño francés en el interior e italiano en su exterior, que en los siglos XIII y XIV se caracterizaban por los grandes rosetones o ventanas circulares, como se puede observar en la nave central del templo. Así como sus altas bóvedas.

Basta recordar La catedral de Nuestra Señora en Paris, Francia para darnos cuenta de su gran parecido.

Construido en piedra de cantera tallada a mano, su impresionante fachada está dividida en tres secciones rematadas en pináculo (forma de cono o de pirámide). En cada sección destacan sus puertas de madera de granadillo, y mármol blanco en sus medallones, así como las figuras incrustadas de bronce sobre temas eucarísticos, obra de los maestros Benito Castañeda y Jesús Gómez Velasco.

Al lado derecho de la iglesia, sobre la torre, que se alza imponente sobre las demás, podemos apreciar el reloj de cuatro caratulas procedente de Alemania, instalado por técnicos alemanes. Cuando el reloj marca las 9, 12 y 18horas del día, el carrillón compuesto por 25 campanas repica por toda la plaza y es posible escuchar canciones como el ave María, el himno nacional mexicano, México lindo y querido, las mañanitas, entre otras y apreciar un espectáculo singular. Si se observa con atención se verá aparecer por debajo del reloj, sobre una cornisa, 12 muñequitos representando a los 12 apóstoles de Jesús.

El interior de la iglesia es de planta basilical, con una la nave central más alta que las laterales, desde donde se tiene una visión directa hacia el altar mayor. La cúpula es de forma octagonal.

Es remarcable la cantidad de vitrales dentro del edificio, estos son de origen francés y representan pasajes bíblicos como la ultima cena, la crucifixión de Jesús, la multiplicación de los panes, entre otros. Además, figuras de santos como Santo tomas de Aquino.

Y para seguir disfrutando del folklor de la ciudad, la plaza que alberga al Expiatorio funge también como corredor cultural donde es posible que pases ratos muy agradables en compañía de tu familia.