El ídolo del mundo, el de la sonrisa imborrable, Ronaldinho, sigue en problemas y cada día peor. En el imaginario global, quedan sus gambetas, su magia y su dentadura inocultable, aún en el peor escenario. Su buena vibra, hace que inconscientemente, le perdonemos cada tremendura que hace.
De hecho, cuando se le ve rodeado de mujeres, algunos le aplauden. Y hasta se le perdona las ausencias a los entrenamientos de sus equipos. Es un futbolistas con un carisma increíble. Que ha ganado todo, pero que viene en decadencia.
En días recientes, tocó fondo en Paraguay. Nuestro ídolo está preso. Pero lejos de mostrar una imagen deprimente, le regala al mundo su magia en un torneo carcelario. Parece la vida de un tipo vividor de la travesura, pero lo cierto es que Dinho, viene en picada.
«El Dientón», que conquistó todo con Barcelona, y luego de dejar al culé (asomando en su etapa final lo que podía ser su capacidad fiestera), vino en picada. Su actitud va de la mano de su hermano y representante, Roberto da Assis, quien lo ha asesorado de forma terrible y lejos de rescatarlo, le ha hundido.
Su risa aún oculta temas de estafa, temas de apoyo al lavado de dinero. Pareciera que se le perdona todo. Pero lo cierto, es que cada vez más va a peor y posiblemente su siguiente parada no nos parezca tan graciosa y anecdótica. Ojalá, Dinho, pare y empiece a enrumbar su dilatada vida
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