La obesidad afecta a 1 de cada 5 niños. El exceso de grasa corporal afecta todo sistema del cuerpo: enfermedades cardíacas, diabetes, salud mental. Cuanto más tiempo se padece, mayor es el riesgo de desarrollar complicaciones, cita la Dra. Stavroula Osganian, sobre obesidad infantil.
Estudios demuestran que el peso, dieta y actividad física de la madre durante el embarazo afectan el riesgo de obesidad infantil. Los bebés con alto peso al nacer o que suben de peso demasiado rápido tienen mayor riesgo de padecer obesidad infantil. También hay relación entre obesidad y falta de sueño desde la infancia.
El programa INSIGHT llevó a cabo un programa de investigación. Enseñó a madres primerizas hábitos saludables de sueño y alimentación para sus bebés. Aprendieron a calmar y dormirlos sin recurrir a la alimentación; tablas de crecimiento y limitar el tiempo de sedentarismo. Los hijos de estos padres mostraron peso saludable hasta los 3 años en comparación con los niños del grupo de control.
La obesidad se produce al consumir más energía o calorías de las que el cuerpo utiliza. Los padres ayudan a prevenir la obesidad con foco en alimentación, actividad y sueño de sus hijos. Los niños pequeños quieren correr, pero algo ocurre entre los 9 y 10 años. Su motivación para estar activos cae y aumenta para ser sedentarios. Ser físicamente activo en medida se crece, significa jugar y realizar deportes.
Una vez que un niño desarrolla obesidad, el tratamiento del estilo de vida para que alcance peso saludable es diferente e intensivo que el de prevención, explica la Dra. Sarah Armstrong que desarrolló el programa intensivo de tratamiento de la obesidad “Fit Together”:
Colabora con pediatras, parques y centros recreativos. Los médicos examinan a los niños para detectar la obesidad y dictan cambios en su estilo de vida. Parques y centros recreativos ofrecen actividad física. Los niños que participaron lograron un Índice de Masa Corporal más bajo. El equipo busca fomentar colaboración entre médicos, parques y centros recreativos locales de todo el país.
En México el esfuerzo cede al etiquetar alimentos a través de la Secretaría de Salud y la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) Así cumplen la Norma Oficial Mexicana 051-SCFI/SSA1-2010 que establece las especificaciones para alimentos y bebidas no alcohólicas preenvasados, incluyendo el sistema de etiquetado frontal de advertencia para proteger la salud pública.
México ocupa el primer lugar en obesidad infantil. En la población adulta es el segundo entre las naciones de la OCDE la que integran 38 países. Es todo el esfuerzo. La ignorancia y desinterés social son la causa.
Discussion about this post